Quiocta se estira en 545 metros al interior de la tierra. Se trata de una obra caprichosa de la madre naturaleza en la que se han detectado siete salas con estalactitas y estalagmitas. A estas se les ha dado diferentes nombres relacionados a sus curiosas formas, lo cual le da una apariencia gótica y surrealista. Pero si uno las toca se da cuenta que son realidad.
A las cavernas se ingresa por una gruta de apenas 5 metros de diámetro. A pesar de la penumbra, en el interior se visualizan las figuras del cementerio, el faraón y la momia, el inca, el ángel mirando el nacimiento, el lanzón, el cacique mirando a las princesa, el lavatorio y la fuente de los deseos. Y bueno, cada quien puede descubrir sus propias imágenes. Es cuestión de imaginación.